Los dos últimos meses de su vida, Lenin, contra los médicos, contra Stalin que lo refrena, contra sí mismo ya abandonado por sus fuerzas, se empeña encarnizadamente por pronunciarse en todos los ámbitos y cuenta con que el partido dará a su pensamiento y sus advertencias el tratamiento necesario. Sus camaradas no van a mostrarse muy atentos a los anhelos de un enfermo a quien ya creen cerca del final; traicionarán sus intenciones sin vacilación ni recato. Es lo que sucede en principio con “Más vale menos pero mejor”, que Lenin quiere ver impreso en Pravda. Bujarin, en ese entonces jefe de redacción del diario del Partido, vacila en publicar un texto que apunta en gran parte a las prácticas autoritarias de Stalin. Pide consejo al Politburó, hostil a la publicación, y uno de cuyos miembros sugiere incluso que sencillamente se engañe a Lenin. Se trata de Kuibichov, que propone la impresión del artículo en un ejemplar único de Pravda, hecho para él solo. El proyecto fracasa ante la oposición de Trotski y Kamenev, pero permite apreciar la desenvoltura con que sus camaradas empiezan a tratarlo.
Lenin, H.C. d'Encausse, F.C.E., pp. 482-483, 1999
Ud. sugiere que acá ya están empezando a tratar con desenvoltura a alguien? O estoy haciendo una lectura muy suspicaz?
ResponderEliminarjajajaja!! Si a Lenin, que era bolchevique, se lo hicieron...
ResponderEliminarLos actuales no son más que la cortina de humo a intenciones clandestinas que creímos desterradas de nuestro quehacer nacional; es lógico y diría que hasta comprensible que este accionar se ponga más en evidencia por estos días en los que dicha presión anda envalentonada por el estado de corrupción absoluta.
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